Yo mismo como profesor practicante.


Yo mismo como profesor practicante.

Mi principal función como profesor es acompañar al estudiante en las experiencias que lo llevan a conocer determinados conceptos que lo formarán.
Decidí ser docente debido a que desde mi infancia busque la forma de integrar mi gusto por las artes y la forma de comunicar mis conocimientos a otras personas, promoviendo la formación del pensamiento propio.
Lo que más me ha gratificado de la práctica docente es generar debates de la signatura y percibir la construcción de un discurso crítico. Observar que pese a que transcurre el tiempo, los estudiantes se detienen a conversar recordando las clases que pasaron.
Lo que más me cuestiona de la práctica docente es la modalidad de trabajo de cada institución y la falta de coordinación entre las diferentes áreas.
Considero que los alumnos habitualmente son nuestra línea a tierra de los planes y programas que elabora el consejo de educación secundaria ya que hacia ellos se enfocan nuestras planificaciones.
 Un buen docente es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que trabaja cooperativamente con sus pares para optimizar los aprendizajes de los estudiantes.
La materia que enseño es un nuevo lenguaje de comunicación que los estudiantes cotidianamente consumen pero que gracias a los nuevos aprendizajes realizan una nueva lectura.
Mis primeras impresiones acerca del grupo de práctica y la institución se enfocan hacia el grupo humano. El grupo está conformado por repetidores (cosa que no se fundamenta claramente por la institución), lo que me sitúa en un papel decisivo ya que debo lograr que los conocimientos innoven y  debo quitar la etiqueta que les ha puesto la institución ya que funciona como limitante para su desarrollo.